jueves, 5 de junio de 2014

El derecho de los menores a estar acompañados en las pruebas o tratamientos médicos

Todos los niños y las niñas tienen el derecho a estar acompañados por su padre o su madre durante la realización de pruebas médicas como la extracción de sangre y durante los distintos tratamientos médicos, incluídas las sesiones de Atención Temprana. Es un derecho reconocido en la resolución número C 148137, del Parlamento Europeo, la "Carta Europea de los Niños Hospitalizados", de 16 de junio de 1986.
Pincha aquí si quieres leer un artículo muy interesante sobre este derecho en los hospitales.
Los profesionales de la salud lo saben. Pero muchos no están de acuerdo y, aunque no pueden negarle a nuestras hijas e hijos eses derecho, lo que hacen es aprovecharse de nuestro desconocimiento para "pedirnos" que salgamos y así renunciemos "voluntariamente" sin saberlo.
Los tratamientos que nuestros hijos e hijas reciben en los Servicios de Atención Temprana están incluídos, ya que al fin y al cabo son tratamientos médicos. Prueba de ello la tenemos en el "Manual de Buenas Prácticas" sobre "Atención Temprana" de FEAPS (Confderación Española de Organizaciones en Favor de las Personas con Retraso Mental). En el apartado "Marco normativo y legislativo" incluye esta Carta Europea de los Niños Hospitalizados.
http://www.feaps.org/manualesbb_pp/atencion_temprana.pdf
MI PROPIA EXPERIENCIA:
Desde que sé esto he venido exigiendo estar presente en las extracciones de sangre periódicas que le hacen a Martín. Antes, cuando yo me resignaba a salir, por no enfrentarme, Martín lloraba como si lo matasen y salía rendidito. Ahora, que sabe que mamá no se va, lloriquea un poquito resignado y sin quitarme ojo, buscando mi mirada de tranquilidad. En cuanto empieza a salir la sangre, todavía con la aguja pinchada en el brazo, respira aliviado y sin llorar.
En cuanto a las terapias... En el servicio de Atención Temprana nunca me impidieron entrar con él.
Posteriormente con las terapias privadas seguí estando presente. En terapia ocupacional fue cogiendo confianza hasta llegar un momento en el que yo me podía ir a hacer un recado dejándolo sólo con su terapeuta con total tranquilidad. Yo estaba presente o no en función de mis necesidades. En fisioterapia siempre estuve presente, porque le cuesta un poquito más. No hubo problemas hasta que cometí el error de dejarlo sólo con su primera logopeda, que tiene esa norma por costumbre. No te obliga a salir, pero te indica que es conveniente. Lo dejé sólo en una ocasión durante casi una hora. Estoy segura de que no pasó nada fuera de lo normal. Pongo la mano en el fuego convencida de que la logopeda hizo exactamente lo mismo que cuando yo estuve delante. Pero Martín se asustó. A partir de entonces no quiere quedarse sólo con ninguna persona que sea algo similar a un profesor. En cuanto capta que la persona con la que está tiene un "programa de enseñanza - aprendizaje" exige nuestra presencia en la sala a gritos. Si su padre o yo estamos en el aula trabaja sin problemas. Si desconfía de que nos vayamos no es capaz de centrarse. Así qe ahora estamos presentes en todas las terapias. sin embargo con personas "cuidadoras" que no respondan al perfil de "profe", se queda sin problema.
Estoy firmemente convencida de que la presencia de cualquiera de los progenitores en las terapias no sólo no es un factor de distracción, sino que es necesario y favorecedor, permitiendo que el trabajo de aula se vea reforzado en casa.
Cada cual tenemos nuestras propias convicciones. Pero si salimos, que sea porque creemos que es lo mejor para nuestra hija o hijo.
Que no se aprovechen más de nuestro desconocimiento.