viernes, 28 de agosto de 2015

Lectoescritura



Martín cumplió cuatro años el 26 de junio de 2015, hace dos meses. Todavía no va al colegio (la educación no es obligatoria hasta los seis años)  pero comenzará este curso 2015/ 2016. El curso pasado solicitamos a la administración educativa que nos permitiese matricular a Martín con los alumnos del curso siguiente al que le correspondería por edad cronológica. Es decir, que Martín se escolarizará con cuatro años pero en un curso donde sus compañeras y compañeros tienen tres. Cada vez estoy más convencida de que hicimos lo adecuado. El curso pasado Martín no andaba, no interactuaba plenamente con otros niños... parecía un bebé. No estaba maduro para aprovechar lo que la escuela pueda aportar. Ahora Martín sí parece preparado para entrar en el colegio. Solicité un año más de excedencia (había estado de excedencia por cuidado de un menor de tres años) por la modalidad de "excedencia para cuidado de un familiar con discapacidad"  y he estado con él en casa yo hasta ahora, que me reincorporo a mi trabajo como profesora.
Martín está dando un salto madurativo importante en estos meses muy influído por una segunda operación de corazón en abril y por el hecho de que por fin consiguieron graduarle la vista y ponerle gafas (llevo meses diciendo que las necesitaba pero l@s oculistas no conseguían verlo).
Pero no es de esto de lo que quiero hablar hoy (a quien le interese puede preguntarme). Hoy quiero hablar de la lectoescritura.
Antiguamente se llegó a pensar que las personas con Síndrome de Down no podían aprender a leer. Para la enseñanza de la lectoescritura de la población en general se esperaba a que los escolares presentaran ciertas características madurativas y se enseñaba prácticamente al mismo tiempo la lectura que la escritura y con métodos normalmente silábicos ("la  eme con la a.... ma"). El problema para las niñas y niños con Síndrome de Down es que no presentan esas características madurativas hasta mucho más tarde, cuando es aún más difícil aprender a leer. Los peques con Síndrome de Down suelen tardar muchísimo más que los niños normotípicos en hablar, por ejemplo. Martín sólo dice palabras sueltas incomprensibles la mayoría de las veces; ni siquiera dice correctamente "papá" y "mamá". Se expresa con lenguaje bimodal para ser comprendido (pedir agua, decir que tiene frio o quiere comer, por ejemplo). Al mismo tiempo la capacidad lectora de estos niños comienza mucho antes que su destreza psicomotriz para poder escribir.
Ahora se sabe que los niños y niñas con Síndrome de Down tienen la capacidad de aprender a leer y a escribir y que hay que empezar pronto. De todas maneras se empieza con juegos de prelectoescritura, que no tienen que manejar ni siquiera letras, en un principio. Muchos autores y autoras recomiendan seguir métodos globales de lectura (en los que se empieza aprendiendo a leer  palabras completas en vez de sílabas) porque las personas con Síndrome de Down suelen tener más desarrollada la capacidad de aprendizaje visual sobre otras capacidades.
He estado siguiendo los consejos del libro accesible en la web de María Victoria Troncoso y María Mercedes del Cerro "Síndrome de Down: Lectura y Escritura". Básicamente he trabajado simplemente las capacidades perceptivo discriminativas de Martín. Casi no hemos utilizado letras. Antes de los tres años los ejercicios para iniciarse en capacidades de lectoescritura son juegos tales como hacer rompecabezas, identificar siluetas y otros ejercicios con juegos tipo mémory, lotos, etc. Hace tiempo empecé a enseñarle también  nombres de amiguitos pero no mostraba interés y lo pospuse. Estoy segura de que hay que fiarse mucho del interés que vemos en el alumno o la alumna para guiar nuestra práctica educativa, no hay mejor indicador.
En sesiones de logopedia, Martín aprendió a pronunciar las vocales, asociándolas con gestos arbitrarios inventados por una logopeda. Por otra parte, viendo videos de you tube por pura diversión  aprendió (sin yo pretenderlo) a identificar la grafía de las vocales con cada sonido. Lo curioso del asunto es que las aprendió con diferentes formatos e incluso distinguiéndolas si están en mayúscula o minúscula. "Canta a e i o u - Cantando aprendo a hablar" las presenta con distintas fuentes en el mismo video.

También vio otros videos variados que él mismo escoge libremente en You Tube (hace tiempo que aprendió a manejarse con la tablet para esto y otras cosas). Unos videos presentan las vocales con mayúsculas, otros con minúsculas... y cada uno con distintas fuentes.
Ayer paseando por un centro comercial de pronto Martín comenzó a "leer" las letras gigantes de "Nación pizza & pasta".

Las consonantes las inventaba (pero está claro que se da cuenta de que cada letra se corresponde con una emisión de sonido), pero para mi sorpresa, identificaba correctamente las vocales, al menos las que aparecían en los carteles en tamaño grande: "A, a, i, o, E,e". Es más, identifica el símbolo de Euro con una E y para identificar la "o" representada con un globo terráqueo, sólo necesitó que se lo aclarase una vez. El video que pongo es sólo un fragmento. Llevaba varios minutos jugando y acertando tooodas las vocales cuando de pronto me acordé de dejar de babear mirando para él embelesada y sacar el móvil.
Está claro que muestra interés y habrá que aprovechar el tirón y volver a intentar que identifique nombres familiares de forma global.
Lo que veo es que si en este momento ha aprendido las vocales con distintos tipos de letras y tamaños, debo probar a presentarle las palabras también con distintos tipos de letras y tamaños. Esto no lo he visto en ningún manual. En todos aconseja elegir un tipo de letra u otro. Me voy a lanzar a la piscina, porque cuanto más tiempo vivo  y aprendo con Martín, más me doy cuenta de que en esto del Down quienes sabemos de nuestros hijos e hijas somos los papás. A nivel de los profesionales se ha avanzado con pasos de gigante, pero todavía andamos dando palos de ciego.
Deseadme suerte :-)

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